
Teorías de Expiación – El Amor de Dios
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Teorías de Expiación
El Amor de Dios
En nuestra final exposición sobre las teorías de expiación, veremos al amor de Dios como una teoría de expiación que expresa porque Dios tomo la iniciativa de mandar a su Hijo a morir por nosotros.
Desarrollo Histórico y Escritural
Fue Clemente de Alejandría (150-215) quien propuso que la encarnación de Cristo, pero especialmente su muerte, representa una afirmación del amor de Dios por la humanidad, y una demanda a la que la humanidad demuestre un amor comparable por Dios (McGrath, 264). Este pensar se desprende de la lectura de Juan 13:34:
Juan 13:34 (LBLA)
34 Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros.
Agustin de Hipona (354-430) propuso que la misión de Cristo era “mostrar el amor de Dios para nosotros”. Aunque se debe de dejar claro, que para Agustin, esto era solo un aspecto de la expiación.
Abelardo (1079-1142) es quien ha sido falsamente acusado de solo enfatizar el amor de Dios como la única teoría de expiación. Esto se ha visto, mas bien, como un elemento de su sotereologia (McGrath, 264). No obstante, fue Abelardo el que introduce el impacto subjetivo de la muerta de Cristo, que había sido ignorado por algunos teólogos como Anselmo (McGrath 265). Según Morris, Abelardo basaba este punto de vista en Rom. 3:19-26. Como Morris entiende a Abelardo, la muerte de Cristo no tiene un efecto objetivo, ósea, no paga una deuda o gana victoria. Lo que si muestra es la grandeza del amor de Dios y nos llama a nosotros a amarlo en respuesta (Morris, 19). Enfatizando mas el impacto subjetivo, Anselmo apunta que Jesus en la cruz, vemos que somos pecadores y lo que nuestro pecado le ha hecho a Dios. Esto nos lleva a comportarnos de una manera como seguidores de Jesus, como nuestro ejemplo, que fue la primera teoría de expiación que vimos.
Podemos ver un acercamiento entre la teoría de expiación de la muerte de Cristo como ejemplo para nosotros, y esta, que es de la muerte de Cristo en la cruz como una muestra del amor Dios.
Finalmente, para aclarar la discrepancia entre Anselmo y Abelardo, podemos resumir sus posiciones de la siguiente manera. Para Anselmo, Cristo muere para satisfacer la ofensa humana contra Dios por su pecado (posición Objetiva). Para Abelardo, Cristo muere para demostrar el amor de Dios para con nosotros (posición subjetiva) (Erickson 717).
Entre los que objetan que solo la posición de Anselmo puede ser aceptada como la verdadera (por ejemplo, el escándalo ocasionado por John McArthur por N. T. Wright apoyar mas la teoría del Cristus Victor), John Stott ve tanto la posición objetiva y subjetiva sobre la expiación expresada en las Escrituras, (Stott, 213):
Romanos 5:5 (LBLA)
5 y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.
8 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Juana de la Cruz Vasquez Gutierrez (1481-1534), Española, se baso en Mat. 23:37 como una imagen femenina que concibe el amor de Dios por la humanidad.
Siguiendo con nuestro survey histórico, entramos a la era de la Ilustración, donde teólogos como George Friedrich Seiler (1733-1807), y Karl Gottlich Bretschreider (1776-1848), vieron la cruz en la siguiente forma:
1. La cruz no tiene una referencia transcendental o valor; la cruz representa solo un “sacrificio” que representa en torno a Cristo dando su vida.
2. La persona que murió en la cruz es un ser humano, y por eso impacta a humanos. Esto hace a Jesus un ejemplo moral.
3. La única valida interpretación de la cruz es que ella demuestra el amor de Dios a nosotros (McGrath, 266).
A esto se rebela F. D. E. Schleiermacher (1768-1834). Segun Schleirmacher, Jesus no vino a darnos un sistema moral, pero a establecer en la humanidad la consciencia de Dios. Para Schleirmacher, eso es la redención, tener dicha consciencia (McGrath, 266). Schleirmacher ofrece dos conceptos. A. Urbildlichkheit. Jesus es el que posee idealmente la consciencia humana de Dios, y demuestra la piedad humana por excelencia. Jesus no es solo un ejemplo moral, pero también religioso, y esto se lo comunica a otros. B. Vorbildlichkheit. Jesus no solo comunica esta religiosidad a otros, sino que la activa también (McGrath, 267).
Ya armados de este pensar, Horace Bushnell (1802-18760 en USA, y Hastings Rashdall (1858-1925), propusieron sus visiones sobre el tema. Ellos, pero en especial Rashdall, minimizaban las cualidades de Dios como la justicia, santidad, etc., y resaltaban el amor de Dios. (Erickson, 717). Rashdall llego a negar la singularidad de Jesus en el tema de la salvación, Hchs. 4:12, y reducir a Jesus a ideales morales.
John Hick (1922-2012) ve a la cruz como un punto mas donde Dios ha estado creativamente trabajando en la humanidad.
Podríamos decir que después de la Ilustración, el concepto del pecado vino a ser visto como una superstición. Por lo tanto, el concepto de Jesus como redentor desaparece, y reaparece el concepto de Jesus como un ejemplo. Pero en si, la Ilustración también ha fracasado en su proyecto. Después de las atrocidades de la primera y segunda guerra mundial, la premisa de la Ilustración, que el hombre mejoraría obteniendo mas conocimiento, ha sido demostrada falsa. Esto repercuta también a la teoría de seguir a Jesus como ejemplo, pues se ha también comprobado, que sus seguidores son incapaces de hacerlo por haber tomado parte en ambas guerras, a veces muy entusiasmados en su apoyo a ellas.
Volviéndonos a las Escrituras, vemos el amor de Dios conectado con la muerte de Jesus en la cruz, Juan 3:16; 1 Jn. 3:16; 1 Jn. 4:10. En el ultimo pasaje, nos encontramos con la palabra “propiciación”. La palabra en Griego es “Hilasterium”, y la volvemos a encontrar en Rom. 3:24-25. Aunque no indagaremos sobre el termino, vale la pena decir que en Romanos, la muerte de Jesus es mencionada como “justicia”, que es una teoría de expiación muy cerca a la Sustitución Penal que vimos anteriormente. Siguiendo en Romanos, vemos claramente que murió por pecadores, Rom. 5:8, como vimos arriba.
Brevemente veamos 3 de las teorías ofrecidas en las Escrituras del porque Cristo vino al mundo en Lc. 19:10; Jn. 18:37; 2 Cor. 5:19. Vemos que en cada una, algo diferente es enfatizado, pero no podemos negar que lo que la Biblia afirma no pueda ser tomado en cuenta, por mas que queramos exaltar nuestra teoría preferida.