Cuando era niño, un familiar que no quería a mi papá me dijo una ves, “no tenes que quedarte de pi**e profesor como tu papá”
Pues ese pin**e profesor ya llego a ser algo que la persona que me dijo no va a poder llegar jamás. En esos tiempos, en si, mi papá ganaba una fracción de dinero de lo que este familiar ganaba, y por lo tanto, lo miraba de menos.
Todo tiene su tiempo, y la vida paga a todos conforme su esfuerzo.
A mi papá, que con mucho honor, me ha demostrado que el esmero vale la pena.
Les invito a ver el link para apreciar el evento.
Papa con embajadora de Australia