Tercera parte de nuestra serie sobre la Trinidad.
En esta edición, estamos tocando las objeciones de los Testigos de Jehová en particular, y demostrando como los judíos, discípulos de Jesús, no vieron su monoteísmo atentado aun adorando a Jesús, cosa que solo a Dios se le atribuía. Vemos como los atributos de Dios mencionados en el Antiguo Testamento ahora aplicados a la persona de Jesús.
Demostramos, por lo tanto, que la doctrina de la Trinidad, aunque fue proclamada en el 4 siglo, ya estaba presente en las Escrituras desde el Antiguo Testamento de una forma velada, pero que es totalmente revelada en el Nuevo Testamento en la persona de Jesús.
Luis A. Jovel